De Somontín

Somontín es un pueblo de origen romano, por tanto, milenario. Tras la invasión musulmana del 711 pasó muy pronto a ser territorio de Al-Andalus, hasta casi el final de la Reconquista, cuando en 1489 el Castillo de Purchena y los pueblos de su comarca pasaron a pertenecer a la Corona de Castilla.

La influencia árabe dejó en Somontín su estructura agrícola, con bancales, acequias y balsas, y también en la estructura del pueblo que creció alrededor de la mezquita, transformada en iglesia en 1550, con sus calles estrechas y casas blancas.

El Porche, donde se ubica la casa, ya era una de las calles del pueblo cuando en 1572 se expulsó a los moriscos y se repobló Somontín con gentes que procedían de la Mancha. En esa época, el límite del pueblo, en su parte norte, era la plaza, y en el mismo porche, en la pared que da a la Plaza del Mercado, puede observarse el hueco donde estaba colocada la puerta que permitía cerrar y protegerse a los somontineros de la época.

En el Catastro de la Ensenada, de 1752, ya aparece el Porche en el Barrio de la Plaza. El pueblo ya había crecido mucho, con respecto a su época morisca, dos siglos antes.

La Plaza del Mercado ha sido el centro de muchas actividades del pueblo. Una de ellas, la que da origen al nombre. Durante alguna época fue el mercado del pueblo. Además, allí se hizo el Judas durante décadas y las Carretillas y la Fuente del Vino, que perdura hasta la actualidad en las Fiestas de San Sebastián, patrón de Somontín.

De la casa

La casa también ha estado inmersa en esa historia de Somontín y ha visto cómo las explosiones del Judas rompían sus cristales o como los más atrevidos tira carretillas en la víspera de San Sebastián.

En cuanto a su historia particular, en 1934 se realizó una importante reforma que le dio la estructura básica actual. Algunas estancias aún mantienen los suelos de «cemento ruso» con el que se pavimentaron y la mayoría de techos conservan en perfecto estado los maderos.

Esta reforma dejó la casa con la estructura típica de las viviendas somontineras de la época: la planta baja eran los corrales donde estaban los cerdos, gallinas, conejos y burros, mientras que la primera planta era la que albergaba cocina y dormitorios, además del pajar, y la segunda planta estaba reservada para las salas de curación de jamones y embutidos de la matanza, además de ubicación de las cosechas del campo (trigo, cebada, maíz y patatas, por ejemplo). La función de la terraza era muy importante, porque allí se tendía la ropa y se secaban los frutos del campo (higos, albaricoques, pimientos, tomates, …).

Con posterioridad, en 1973, se volvió a realizar una importante reforma que habilitó como vivienda la planta baja y algunas estancias de las otras plantas. También se reforzó toda la estructura con gran cantidad de cemento que fortaleció los muros de piedra. También sirvió esta reforma para ampliar la terraza, reconvirtiéndola de un espacio sólo útil para el trabajo a un espacio de ocio, donde poder cenar en verano al fresquito o tomar el sol.

Con posterioridad han continuado las reformas que han permitido añadir cuartos de baño, renovar la cocina, renovar algunos techos y suelos, …, modernizando la casa.

Pasa ahora a ver la distribución de la vivienda: Distribución